El tratamiento de relleno facial es un procedimiento estético no quirúrgico que consiste en la aplicación de sustancias biocompatibles bajo la piel para restaurar volumen, suavizar arrugas y mejorar los contornos del rostro. Las sustancias más utilizadas son el ácido hialurónico, el ácido poliláctico y la hidroxiapatita de calcio.
Este tratamiento se ha convertido en una opción popular para quienes buscan rejuvenecer su apariencia sin someterse a cirugía. Es rápido, seguro y ofrece resultados visibles de forma inmediata.
El principal objetivo del tratamiento de relleno facial es mejorar la estética del rostro, corrigiendo sulcos profundos, líneas de expresión marcadas y pérdida de volume causada por el envejecimiento. También se utiliza para definir áreas específicas como pómulos, mentón, mandíbula y labios.
Además de su función estética, puede utilizarse para equilibrar simetrías faciales, mejorar cicatrices deprimidas y realzar características naturais del rostro de manera armoniosa.
El efecto principal es la restauración de la juventud facial mediante el preenchimento de áreas deprimidas, proporcionando un aspecto más firme, suave y descansado. La piel recupera su elasticidad y luminosidad, y los contornos faciales se vuelven más definidos.
Los resultados son visibles inmediatamente después de la aplicación, aunque el efecto final puede apreciarse mejor entre los 5 y 10 días posteriores. El rostro conserva una apariencia natural y equilibrada, sin alterar expresiones.
Sí, existen algunas contraindicaciones. El relleno facial no debe realizarse en personas alérgicas a los componentes utilizados, con infecciones activas en la zona tratada, trastornos de coagulación, enfermedades autoinmunes no controladas o durante el embarazo y lactancia.
También se debe evitar el procedimiento si el paciente ha recibido otros tratamientos estéticos recientes como peelings profundos, láser fraccionado ou microagulhamento intenso. Una evaluación previa con un especialista es esencial para garantizar la seguridad.
El procedimiento se realiza en consultorio, con anestesia local ou tópica. El especialista utiliza agujas finas o cánulas para aplicar el relleno en áreas específicas del rostro, de forma precisa y controlada. La duración total suele ser de 30 a 60 minutos.
Después de la aplicación, puede haber hinchazón leve o pequeños hematomas que desaparecen en pocos días. No se requiere hospitalización ni tiempo de recuperación prolongado, y el paciente puede retomar sus actividades casi inmediatamente.
La duración del efecto depende del tipo de sustancia utilizada y del metabolismo del paciente. En general, el ácido hialurónico dura entre 6 y 18 meses, mientras que el ácido poliláctico puede ofrecer resultados de hasta 2 años.
Sesiones de mantenimiento son recomendadas para prolongar los efectos y mantener un resultado natural y armónico a lo largo del tiempo.
El relleno facial es indicado para personas que desean rejuvenecer el rostro sin cirugía, tratar líneas de expresión marcadas, recuperar volumen perdido o redefinir contornos faciales. También es ideal para mejorar asimetrías o corregir imperfecciones leves.
Puede ser realizado tanto en hombres como mujeres, a partir de los 25-30 años, dependiendo de la necesidad estética y de evaluación médica.
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